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A Toni Sureda le llaman Toni de Son Vell. Es payés, como su padre, Guillem, y como lo fue su abuelo. Que las cosas no cambien puede ser un buen síntoma.
Vino equilibrado y muy frutal. Retronasal muy personal e impoluta, con notas de fruta y agradables recuerdos de tierra húmeda.
Vino elegante, muy aromático y equilibrado entre juventud y crianza.
Ataque en boca cálido, de carácter muy mediterráneo, que da lugar a un paso firme, de presente tanino y media estructura. Buen equilibrio, sabroso y aún por pulir y desarrollar su plena expresión.
Amplio en boca, equilibrado y con una astringencia que se va suavizando.
Suave en boca, potente, carnoso y con buena acidez. Con potencial para dejarse como vino de guarda.
Producción limitadísima del Son Vell 2020 criado durante 1 año en bodega y otro enterrado a 2 metros de profundidad. 400 botellas. Ecológico