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Prado de Marina es un vino tinto elaborado en Bodegas Vinaranda situada en Aranda de Duero (Burgos). Es un vino tinto cosechero. Su RCP es imbatible.
Nos encontramos ante el tinto de corte más clásico de Bodegas Zifar. Los viñedos de esta bodega se encuentran en plena milla de oro de Ribera del Duero, y nos presenta unos matices aromáticos que recuerdan a fruta muy madura con toques de cuero y regaliz y un paso por boca suave y equilibrado.
Viñedos de más de 30 años (Tempranillo) y 20 años (Cabernet Sauvignon). Un vino suave y redondo, de intensidad aromática media y marcado carácter frutal ideal para el día a día por su buena calidad y su precio.
Somontano de bodegas Sommos con los mejores racimos de syrah, tempranillo, merlot y cabernet sauvignon y con 13.5º de grado alcohólico
Rojo cereza picota con ribetes violáceos, en la nariz es intenso, expresivo y fresco, con los varietales del tempranillo en plena juventud. En la boca es equilibrado, con un tanino persistente pero maduro de buena acidez y agradable paso por boca, de postgusto largo y agradable recuerdo.
Emilio Moro es un clásico moderno de Ribera del Duero y vino de gran linaje. Creado como homenaje al fundador de la prestigiosa bodega que lleva su nombre. Nace de viñedos de una edad de entre 12 y 25 años. Con una crianza de 12 meses, destaca la excelente integración de la madera en el conjunto.
Color vivo e intenso con un gran aroma, marcados ambos por la presencia de frutos negros maduros. Carnoso y frutal en boca. Tempranillo
Vino de capa media y color rojo granate con destellos amoratados. En la nariz encontramos fruta roja madura (cereza), recuerdos a especias (clavo, canela) y humo. En boca es redondo y equilibrado, con volumen, sabroso y persistente. Volvemos a encontrar en la boca aquella fruta que disfrutamos en nariz junto con un final de tofee y café propio de su estancia en barrica. Multipremiado.
Semele es un vino de Ribera del Duero de nuevo cuño de Bodegas Montebaco. Comparte con el resto de los vinos de la casa la misma filosofía, buscando siempre amabilidad, redondez, frescura, riqueza aromática y expresión varietal.
Sacó su navaja del bolsillo del pantalón, lugar donde residía desde que su padre se la regaló cuando era niño, y con ella grabó «debo 13 cántaros a Nicolás» sobre la pared de barro a la entrada de la sisa que pertenecía a su hermano. Era la bodega de sus abuelos, que ellos recordaran.